“Definitivamente valió la pena la espera”, dice el centrocampista del Atlético de Madrid Conor Gallagher, mientras el sol brilla en su campo de entrenamiento en los frondosos suburbios de la capital española.

El Athletic acaba de preguntarle a Gallagher cómo se siente después de marcar su primer gol con su nuevo club en la victoria por 3-0 en La Liga el domingo contra el Valencia en el Estadio Metropolitano.

“La espera” fue una referencia a unas semanas difíciles para Gallagher en agosto, cuando su traspaso de 42 millones de euros (35,5 millones de libras esterlinas/47 millones de dólares) procedente del Chelsea estaba en juego. Existía una posibilidad real de que el internacional inglés de 24 años se viera excluido de cualquier fútbol del primer equipo para la temporada 2023-24.

Dentro de la caótica espera de Conor Gallagher hasta que se resuelva su futuro en el Chelsea

Cuando se le dice a Gallagher que ha dado un paso adelante en su carrera y ha llegado a un lugar donde es realmente apreciado, está de acuerdo.

“Me he sentido muy querido y apreciado, lo cual es importante para cualquier futbolista”, afirma.

“El Chelsea es un club de fútbol enorme, uno de los más grandes del mundo, junto con el Atlético. Pero he dado ese emocionante paso de jugar la Liga de Campeones de fútbol y luchar por los trofeos. Simplemente me da aún más confianza y felicidad jugar mi mejor fútbol”.

---

Esa espera para convertirse en jugador del Atlético parece haber pasado mucho tiempo para Gallagher, quien habla elogiosamente sobre su comienzo en España.

“Estoy muy feliz de estar aquí y me estoy adaptando bien”, afirma. “Me encantaron mis primeras semanas. Sabía que el Atlético siempre fue un club enorme, uno de los mejores de La Liga y al que le fue bien en la Liga de Campeones. Así que estaba emocionado de unirme.

“Fue muy bueno ganarle al Valencia y marcar mi primer gol. Con suerte, podremos aprovechar esto y ganar más confianza”.

Gallagher fue señalado a principios de este verano como uno de los principales objetivos del mediocampo del Atlético, y su estilo de caja a caja encajaba con el perfil que el entrenador Diego Simeone quería añadir a su equipo. Chelsea le ofreció una difícil opción: firmar una extensión de contrato por dos años, aceptar unirse al Atlético o quedarse, pero ser excluido del primer equipo.

Llegó a Madrid el 8 de agosto y el Atlético incluso publicó imágenes de él entrenando con algunos de sus nuevos compañeros, pero el acuerdo con el Chelsea requería que el delantero de 20 años Samu Omorodion se moviera en sentido contrario. Cuando la transferencia de Omorodion fracasó, Gallagher regresó a Londres y el Atlético exploró otras opciones, incluidas Javi Guerra del Valencia y Mikel Merino, que en ese momento aún no se había unido al Arsenal procedente de la Real Sociedad.

Durante el atraco, el director deportivo del Valencia, Miguel Ángel Corona, hizo la explosiva afirmación de que el Atlético había intentado “escaparse” de un acuerdo para fichar a Gallagher, una versión de los hechos disputada tanto por el club madrileño como por el Chelsea.

Durante ese período de incertidumbre, Gallagher no pudo entrenar con el primer equipo del Chelsea, por lo que tuvo que trabajar individualmente en su base de Cobham. Esta no fue exactamente la preparación ideal para el entrenamiento físico e intensivo de pretemporada de Simeone, sobre el cual Gallagher había sido advertido por su compañero de equipo de Inglaterra, Kieran Trippier, ganador del título de La Liga 2020-21 en el Atlético.

“Kieran dijo que el entrenamiento fue muy intenso, muy duro”, dice Gallagher. “Pero él me conoce bien de Inglaterra y dijo que es perfecto para mí, por cómo soy como jugador y cómo soy en los entrenamientos.

“Fue duro al principio, hacía mucho calor, pero soy un jugador bastante en forma, puedo adaptarme a las condiciones y a la intensidad con la que al entrenador le gusta que juegue. Eso no es problema y sólo va a mejorar”.

Horas después de haber sido llevado en avión a Madrid por el Atlético por segunda vez, Gallagher fue presentado junto con sus compañeros recién llegados Julian Alvarez, Robin Le Normand y Alexander Sorloth en un espectacular evento de presentación en el Metropolitano.

Treinta mil fanáticos del Atlético aplaudieron cuando Gallagher fue escoltado desde el túnel de jugadores por un convoy de motociclistas de Harley-Davidson, con Welcome To The Jungle de Guns N’ Roses sonando a todo volumen y fuegos artificiales brillando en el cielo nocturno.

 

“Todo fue una sorpresa”, dice Gallagher con una sonrisa. “No pensé que sería tan bueno ni tan grande como fue. Fue muy emocionante, una bienvenida muy, muy agradable.

“Definitivamente fue diferente. En la Premier League no hacen bienvenidas así. Fue muy especial y lo hicieron para cada nuevo jugador, tanto femenino como masculino. Hizo que todos los nuevos jugadores se sintieran como en casa de inmediato”.

Durante el acto, el nuevo número 4 del Atlético fue presentado por altavoz como un “pitbull” que aportaría “nuevos pulmones” al equipo.

“Creo que (el apodo de pitbull) fue algo que el Atlético inventó”, dice Gallagher. “Algunas personas en Inglaterra me llaman perro por cómo juego en el campo. A veces simplemente corro detrás de cada pelota, como lo hace un perro en el parque. Se quedó algo estancado. (El Atlético) tomó la iniciativa a partir de ahí. No me importa. Lo tomo como un cumplido”.

Los aficionados ya se han entusiasmado con el estilo de juego de Gallagher. En su debut contra el Girona, se ganó sus primeros rugidos de agradecimiento por una secuencia en la que llevó el balón hacia el área rival, lo perdió ante Yangel Herrera, pero luego persiguió y derribó al mediocampista venezolano.

“El Atlético es perfecto para mostrar mis habilidades”, dice Gallagher. “Los aficionados, el entrenador y mis compañeros aprecian el trabajo duro y la pasión en el campo de fútbol; yo puedo aportar mucho de eso”.

“No me sorprende”, dice Gallagher. “Todos los grandes clubes tienen muchos futbolistas técnicos y talentosos. El entrenador tiene su estilo de fútbol. Es brillante y estoy muy emocionado de seguir trabajando con él y comprender mejor cómo puedo ayudar al equipo”.

Simeone, un mediocampista argentino que jugó 108 partidos internacionales en su día, ha estado trabajando estrechamente con Gallagher, ofreciéndole instrucciones y consejos y ayudándolo a comprender cuál debe ser su papel en el equipo.

“Necesitamos un traductor para ayudar en la comunicación, pero pronto podré entender su español”, dice Gallagher, quien ha comenzado lecciones de idioma.

“Él entiende bien mi juego, en qué soy mejor y en qué no soy tan bueno. En los últimos partidos me ha dicho mis puntos fuertes y lo que debería hacer en el campo, lo que realmente me ha ayudado a sentirme seguro y cómodo en mi papel en mi equipo”.

Contra el Valencia, sus primeros 90 minutos completos con el Atlético, Gallagher comenzó a la izquierda de un estrecho mediocampo de tres. Se le instó a avanzar hacia el área de penalti, como lo hizo cuando se convirtió en el primer inglés en marcar para el club en La Liga.

Fue una reminiscencia del papel de Gallagher cedido en el Crystal Palace procedente del Chelsea durante la temporada 2021-22, cuando anotó ocho goles en 34 partidos de la Premier League con otro excentrocampista de élite, Patrick Vieira.

Una ventana como esa genera expectación y presión para que el Atlético gane un trofeo esta temporada. Pero la respuesta de Gallagher al mantra “partido a partido” repetido tantas veces por Simeone muestra que se está adaptando rápidamente.

“El objetivo es ganar algo”, afirma. “Todo el equipo confía en que podemos lograrlo. El entrenador ha dicho que tenemos que ir partido a partido. Hay muchos partidos y tenemos que estar concentrados. Cada juego importa mucho. En eso estamos centrados ahora: en el próximo partido”.